
En Otoño cuando la naturaleza cambia su color y se tiñe de tonos rojizos y dorados, y los días se vuelven cada vez un poco más cortos y fríos, irrumpen en los bosques y los campos las hadas de las flores de esta estación. Las plantas grandes y fondosas, como el fresno, la espinera blanca y el saúco, el roble y el grácil endrino, y también la zarzamora y la lantana, cuidan de sus respectivas plantas junto a sus compañeras que hacen que los frutos otoñales, carnosos o secos, sean deliciosos y nutritivos para los seres humanos y los animales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario